Viviendo Audazmente una nueva historia

Hay un poder vital creativo en el Universo. Es la energía que da vida. Comparte su energía amorosamente con toda Su creación. 

Le doy la bienvenida a la generosidad de esa creación, reconociendo que toda mi vida es un milagro. Lo declaro como verdad para mí y sé que es verdad para todos. Con esta Palabra, recuerdo nuestra unidad en el Espíritu. 

No obstante, acepto para todos, todo lo que esta pasando en la vida, porque sé que todo está bien. Los milagros se desenvuelven en todas partes y afirmo que al reconocer la generosidad de la creación, los milagros se vuelven más y más visibles para todos. Me centro, me tranquilizo y enfoco mi atención conscientemente en el momento presente. Reconozco y acepto todas las maneras en que la Inteligencia Divina comparte Su energía con cada uno y afirmo la vitalidad, la salud y el bien más elevado para todos. 

Habiendo expresado estas palabras de poder, descanso en la aceptación. Me relajo y me siento agradecido de que he recordado la forma en que todo funciona. 

Dejo ir este Tratamiento Espiritual Mental al movimiento y a la actividad de la Ley, que ya está transformando la energía. Lo dejo ser. 

Y así es.

“Digamos sus nombres”

Armonía y Abundancia. Alegría y Poder. Vida y Amor Ilimitados. Esta es la Primera Causa, el Flujo Creativo Universal, la Inteligencia detrás de todo lo que ha sido o será. Es el Espíritu, el Gran Yo Soy, el Amor Divino, siempre fluyendo y trabajando para el beneficio de toda la creación. 

Yo soy una con este gran Amor, soy una expresión única de Él. No hay separación entre este Amado y yo. Todas las personas en este planeta son una expresión creativa de la Inteligencia Divina. 

Por lo tanto, sé y afirmo que nosotros estamos en Su mundo a propósito, y que esta Presencia Divina está obrando a través de cada uno de nosotros, en todas partes. Acepto que cada persona escucha con sus oídos y con sus corazones, siendo testigos de la presencia de la Divinidad en todos. Así creamos una experiencia en que prosperan el amor y la bondad, donde las respuestas iniciales se hacen de manera consciente, y donde hay consideración por toda la vida en este mundo. 

Doy las gracias ahora por esta visión espiritual de un mundo que funciona para todos y lo afirmo como una realidad en la Mente. Dejo ir mi palabra con fe, sabiendo que la Ley Creativa ya ha respondido con un rotundo “sí!”. 

Y así es.

¿Esto también es Dios?

La Fuerza Creativa de la Vida se expresa como el amor y la armonía. La sabiduría e inteligencia de esta Fuerza Vital renueva la vida. Es la luz del Espíritu Viviente, y lidera el camino, poniendo en marcha a toda la creación en una expresión cada vez mayor del bien. 

Yo soy una expresión de este impulso hacia adelante. La Fuerza Creativa de la Vida encuentra su expresión a través de mí. El amor y la armonía viven en mí. Soy un aspecto esencial de la renovación de la vida. 

Acepto mi patrimonio divino y abrazo plenamente el regalo de la energía creativa que se me ha concedido. Me siento energizado por actividades que están alineadas con el impulso hacia adelante de la vida. Recibo la impresión de la Sabiduría e Inteligencia Divina y alineo mis acciones con los caminos del amor y la armonía. Soy un agente efectivo para el cambio positivo a medida que la vida se renueva a través de mi consciencia y a través de mis actividades. 

Celebro esta verdad, y la dejo ser. 

Y así es.

El amor revolucionario

Cada aspecto de la Realidad Divina está renovándose eternamente. Todos los elementos formados y no formados de la vida están en movimiento y fluyendo. La vida se refresca, se renueva y se recuerda a Sí misma a través de la actividad de la Única Inteligencia Suprema.                                                    

Esta es la actividad de la Única Mente, del Poder Creativo. Esta actividad toma lugar en mí y a través de mí. Mi mente es un aspecto de la Mente Divina y mi vida es una parte del flujo inteligente y creativo de esta Única Mente. 

Acepto aquí y ahora que recuerdo la novedad de cada momento. Estoy curioso, abierto y dispuesto a que la vida me cambie. Dejo ir todas las ideas antiguas. Suelto todos los hábitos limitantes de la mente. Con valentía, doy un paso hacia el territorio desconocido de cada momento. La vida evoluciona, se amplía y fluye a través de mí, y yo estoy en concordancia con Ella. 

Celebro mi participación activa en el fluir de la vida. Doy gracias por esta revelación de la verdad espiritual acerca de mí, y confío en su manifestación en mi vida. 

Y así es.