En la infinidad del tiempo, cada momento me ha traído a este. Al igual que cada momento, este instante está infundido con la misma fuerza poderosa que infunde a toda la vida. Esta corriente invisible de energía se puede sentir en la belleza de la naturaleza y en la maravilla de la vida misma.
Mi respiración me recuerda que yo soy una parte viviente de esta gran vida, así como lo somos cada uno de nosotros. Es igual que un rompecabezas intrincado: cada uno de nosotros traemos nuestras cualidades únicas, y el rompecabezas no estaría completo sin cada una de sus piezas.
Esta oración alinea mi ser con el poder de esta Fuente viviente que sabe cómo sanar y lo está haciendo en mi cuerpo ahora. Cualquier área que necesita energía sanadora especial la recibe ahora, conforme esta intención se vuelve realidad. Teniendo certeza en la fe de que todo me está apoyando en este viaje de sanación, me relajo con confianza, sabiendo que todas mis necesidades son atendidas. Todo está alienado para mi bienestar y para todas las personas que me cuidan en este viaje de curación.
Descansando y relajándome en la gratitud, y comprendiendo a un nivel profundo que todo está bien, dejo ir mi palabra hacia la inteligencia divina que ya lo ha hecho así. Y así es.
Amén.
Andra Sandberg, RScP
Centro para la Vida Espiritual, Santa Rosa
