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Traigo mi consciencia a la Presencia del Uno, a la Presencia que transmuta todo desde lo invisible hacia la forma y que siempre está obrando a favor de Su creación. No hay nada que exista fuera de Su abrazo amoroso. Está en el centro y debajo de la superficie de toda la Vida. Es la Vida en cada detalle y en la inmensidad del Universo. Mora en toda actividad y en toda quietud, como el Ser mismo, y es bueno.
Yo estoy hecha de esta materia Divina; soy una expresión individual de esa sustancia, estoy aquí a propósito; soy un canal exquisito y un instrumento de Padre-Madre-Dios. No hay lugar donde yo termine y el resto de la Vida comience. Soy intrínsecamente inseparable de esta Vida Divina, y soy elevada, sostenida y guiada por Ella.
Así como esto es verdad para mí, es verdad para todos los seres, para todos los padres y niños que navegan lo que les corresponde hacer y saber.
Afirmo que hay para todos los implicados una tierna aceptación y la confianza en la Inteligencia Divina que obra para nuestro bien. Hay apertura a la intuición, así como confianza en la capacidad ilimitada del Universo, en Su Potencial Infinito, no importa cómo se presente la Vida. Reconozco que hay una creciente respuesta de bienestar y tranquilidad, a medida que la calidez y la luz del amor y del empoderamiento derriten las expresiones de las creencias equivocadas en la carencia, la limitación, la separación y el temor. Todo lo inútil se desvanece, dando lugar a expresiones cada vez más elevadas de propósito, conexión y dignidad. La relación entre el Ser Superior y cada persona se expresa de manera perfecta, recordando que todo lo que buscamos está en nuestro interior, y es parte de nuestro diseño Divino por naturaleza.
Estoy agradecida al saber y acoger esta verdad para todos los padres y niños del mundo.
Dejo ir mi palabra hacia el corazón y los brazos de Padre-Madre-Dios, donde esto es conocido y hecho. Y así es.
Amada Colt RScP
