Tuesday, July 25, 2017

Oración para la sobriedad

La creación existe por medio del amor y la voluntad de Dios. No hay nada fuera de Dios. La Divinidad es la fuente y el sostén ­­de todo lo conocido y lo desconocido, lo visible y lo invisible. Dios está presente en todas partes, en todos los mundos, en todos los universos, en todas las dimensiones y planos de la existencia. Dios es la sustancia divina del ser, formado y no formado. Dios está aquí en este momento y siempre, dando de su amor y luz de maneras infinitas e ilimitadas a toda la vida.

Yo estoy hecha de este amor infinito de Dios. Yo soy una hija de Dios. La presencia divina vive en cada aspecto de mi ser. Es mi herencia divina. Estoy hecha de esta sustancia divina. Soy inseparable de este bien. Dios respira y ama a través de mí. Dentro de mí existe ese anhelo divino de conocer plenamente la presencia total, íntegra y perfecta de Dios. No hay lugar en mi vida en el que Dios no esté presente. La presencia de Dios está en mí, se expresa a través de mí y como yo misma. Vivo en la totalidad del Uno compasivo.

Desde este lugar de unidad, pronuncio esta oración para mí y para toda la vida. Afirmo mi voluntad inquebrantable de estar presente ante la vida. Practico la gratitud con todo lo que aparece. No importa como aparezca, confío en que está aquí para mi beneficio. Estoy dispuesta a soltar las antiguas maneras inútiles de evitar, escapar o adormecerme. Recuerdo que mi poder superior, Madre-Padre Dios, Espíritu —como quiera que lo llame— es todopoderoso y siempre me ama. Me abro a Su apoyo y guía, los cuales están disponibles al 100%. Reemplazo los hábitos inútiles y busco asociarme con las personas que me rodean. Elijo la conexión en vez del aislamiento. Afirmo las decisiones, las actividades y las relaciones que apoyan mi crecimiento espiritual y mi sobriedad. Soy más amable conmigo misma y me perdono más fácilmente. Reconozco mi progreso y suelto la tendencia de pensar demasiado. Interrumpo el diálogo interno que no me ayuda y lo redirijo con oración hacia la verdad espiritual de quien soy. Los sucesos que considero como “disparadores” ahora me guían hacia pensamientos, palabras, prácticas y conexiones que afirman la vida. Acojo y permito este bien infinito en mi vida, tal y como se presenta de muchas maneras. Acepto que nunca estoy sola. Estoy consciente de que Dios es mi amigo constante, mi compañero, apoyo y guía siempre presente que me ama incondicionalmente.

Doy las gracias y celebro esta verdad espiritual.

Lo dejo ir, y dejo que Dios tome las riendas.

Y así es.

Amada Colt, RScP
Center for Spiritual Living, Santa Rosa

Thursday, July 6, 2017

La comunicación clara

Dentro de esta única Presencia amorosa, solo hay un Dios. Es la totalidad del ser que entra y sale de la forma, creando de nuevo en cada momento. Está activa y presente en toda la creación, en comunión constante y compasiva con todos los aspectos de Sí misma como la Vida.

Y yo soy parte de esta expresión amorosa de Dios, integrada a Su totalidad, inseparable de la plenitud y bondad del Uno. Yo soy un instrumento y actividad de esta comunión sagrada, un lugar en el que Dios se presenta. Está en mi naturaleza divina disfrutar de esta comunicación divina, una conexión irrevocable e inquebrantable con Dios. No tengo fronteras. No existe un lugar en el que yo termine y el resto de Dios comience.

Desde este espacio de integridad y unidad con la Fuente de mi ser, hablo mi palabra para mí misma. Acepto una mayor experiencia de la comunicación clara en cada aspecto de mi vida. Me doy cuenta más fácilmente de cualquier pensamiento, idea o creencia en la carencia, la limitación, la separación o el miedo, y los dejo ir. Mantengo un canal de comunicación abierto con la Divinidad a través de mi práctica diaria de oración, meditación y comunión con la naturaleza. Así me vuelvo un oyente más sensible. Voy más lento para escuchar la voz de Dios en mí. Confío en los mensajes que llegan a través de mi cuerpo, corazón e intuición. Soy más amable, transparente y no uso armaduras al comunicarme con otros. Me doy cuenta de que mi diálogo interno es más amable, gentil y flexible. Declaro que tengo la disposición para escuchar más de lo que hablo. La honestidad va acompañada de la amabilidad. Disfruto y cultivo ser un instrumento de comunicación con la Vida que es más claro y compasivo. Me inclino hacia una comunicación más profunda con la Divinidad.

Reconozco esta Verdad con agradecimiento y alivio; estoy segura de que ya esto es conocido y realizado en Dios.

Y así es.

Amada Colt, RScP
Center for Spiritual Living Santa Rosa
# UnMundoQueFuncionaParaTodos