El llamado del alma a la libertad

El Espíritu es la realidad subyacente para todo lo que es y todo lo que veo. El Espíritu suministra todo. El Espíritu siempre está presente. 

 Yo soy una con el Espíritu infinito que fluye ahora a través de mí, en amor y aceptación. Los deseos del Espíritu y los míos son los mismos. 

 El Espíritu la da la bienvenida a mi confianza. Estoy lista para confiar y aceptar mi verdadero llamado. Acepto este bien que es mío en este momento. Estoy llena de paz y claridad con la misión de mi vida. Reconozco plenamente que el bien que deseo ya es mío debido a que sé quien soy, un ser espiritual. Regocijo con el reconocimiento de mis talentos y dones excepcionales. Estoy agradecida por el papel maravilloso que desempeño en el universo. Mi corazón siente gratitud por las lecciones que la Divinidad me brinda en la vida. 

 Dejo ir todo auto sabotaje y pensamiento negativo. Me entrego a la Divinidad. Confío en que ya está hecho. Dejo ir mi palabra hacia la acción de la Ley que siempre está escuchando y siempre está respondiendo a mis Tratamientos Espirituales Mentales. Con gratitud, le entrego la verdad de que mis necesidades se satisfacen por la acción incondicional de la Ley. 

 Y así es.