Estoy conectada a esta Presencia que llena toda la vida y que me llena a mí. Esta Presencia poderosa y amorosa reside en el centro de mi ser e irradia hacia el exterior. Hace latir mi corazón y palpita en mis venas. Así como el universo comprende el Todo Lo Que Es, yo también encarno el Todo Lo Que Es en el que todo es posible. La naturaleza del Espíritu es mi naturaleza. El amor del Espíritu es mi amor.
Declaro que la verdad de la plenitud de la Vida siempre ha estado donde yo estoy. Acepto para mí misma la persona que realmente soy, mi verdadera naturaleza, como una encarnación de la Divinidad aquí en este momento presente. Declaro que la acción correcta, la salud vibrante, la gratitud y la paz brotan de mi corazón. En un Universo que siempre desea solo mi bien, me identifico conscientemente con la plenitud, la gratitud, la fortaleza y la vitalidad. Afirmo la verdad de mi creencia en la Vida y en la Unidad, y que mi fe y mi práctica espiritual diaria me conectan con Todo Lo Que Es con equilibrio y gracia consciente. Las lecciones de la vida se me revelan y me demuestran nuevos horizontes y una mayor comprensión, inspirada por principios espirituales y por la compasión. Afirmo una apreciación continua por mis colegas y mi comunidad.
Celebro esta oración afirmativa. Con confianza serena y una fe perdurable, siento un profundo aprecio. Con un corazón lleno de amor, sé que la verdad se ha demostrado, y lo celebro.
Avalo esta Palabra como la Palabra del Espíritu, y la dejo ir hacia la Ley que siempre responde en lo afirmativo. Yo creo en esta verdad y acepto su manifestación.
Y así es. Amen.
Tamarya Hulme, RScP
Centro para la Vida Espiritual Santa Rosa
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