Yo estoy hecha de esta sustancia divina. Yo soy parte de la creación. Soy inseparable del cuerpo, de la mente y del espíritu de este Uno. Vivo —y mi ser existe— dentro de Él. La respiración y el latido del corazón del Uno se mueven a través de mí. Me siento en mi casa dentro de esta Presencia, viviendo en Su plenitud, inteligencia infinita y sabiduría.
Desde esta consciencia, expreso mi palabra para mí misma. Acepto una mayor experiencia de mi conexión con la guía divina. Confío en la inteligencia que informa a cada una de mis células, cada molécula y átomo de mi ser. Acojo a mi intuición innata, que siempre obra en mi beneficio. Me abro y escucho al Dios en mí que sabe. Tomo tiempo regularmente para contemplar, orar y meditar, dándole espacio interior a mi naturaleza intuitiva para tener mayor reconocimiento y claridad. Acojo a la Divinidad en mí y le permito guiar mis decisiones, pensamientos, palabras y acciones. Descanso en el dulce conocimiento de este proceso divino, que se trata de una alineación más completa con mi bien.
Estoy muy agradecida por este cambio de consciencia, y confío en aquello que siempre obra en mi beneficio y en beneficio de toda la Vida.
Con absoluta confianza, acepto que esto ya es conocido y hecho en el corazón y en la mente del Uno.
Y así es.
Amada Colt, RScP
Center for Spiritual Living, Santa Rosa
Amada Colt, RScP
Center for Spiritual Living, Santa Rosa
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