12:03 p.m.   Centros para la Vida espiritual , Ernest Holmes , La Ciencia de la Mente , Naturaleza divina , Oración afirmativa

Oración afirmativa para recordar mi naturaleza divina

Hay Una Vida, integra, perfecta y completa. Toda está contenido en su naturaleza incontenible e infinita. Es el Amor, creando de Sí mi...

Hay Una Vida, integra, perfecta y completa. Toda está contenido en su naturaleza incontenible e infinita. Es el Amor, creando de Sí mismo, dándole a su creación en todo momento, como el cuerpo, la mente y el espíritu de toda la vida. Es lo visible y lo invisible, lo conocido y lo desconocido, presente en todas partes. Es el poder, la inteligencia y el potencial infinitos que siempre obran a favor de su creación. Expresa lo invisible en la forma.

Yo estoy hecha de esta Fuente Única, nacida a propósito por medio de Su poder. Yo soy un lugar donde Dios se expresa, y esta es la verdad para toda la vida. Soy inseparable de esta Vida Única, una parte de esta Sustancia divina omnipresente. Estoy perfectamente conectada a toda la vida. Vivo y respiro como una expresión individual de la vida, dentro del Uno. La Sustancia divina está en mí, alrededor de mí y se expresa como yo. No tengo limites . Soy un instrumento del Uno, adorada y apoyada como parte del cuerpo, la mente y el espíritu de la Divinidad. Soy inseparable de la Inteligencia, el Potencial y el Amor infinitos, ya que son la naturaleza de mi ser.

Con esta comprensión, afirmo esta oración para mí misma. Acepto una conexión cada vez más profunda con la Vida por medio de mis actividades diarias. Me detengo y permito que la Presencia amorosa se exprese en la forma de paciencia y aprecio por mí misma, los demás y el mundo que me rodea. Perdono y brindo apoyo más fácilmente, con confianza en mi habilidad y la de otros para crecer y navegar los cambios dela vida. Recuerdo que cuando afirmo y me encamino hacia mi bien más elevado, todos beneficiamos a través de nuestra conexión innata con el Uno. Escucho con mi corazón con mayor facilidad. Le doy espacio a la vida para que se desenvuelva y me guíe, respondiendo a la Divinidad en mi interior. La oración y la contemplación son el ancla de mis días.

Celebro la presencia del Espíritu que existe como todo lo que es vida, está dentro de ella y pasa a través de ella. Acepto esta Verdad con un corazón agradecido.

Ya está conocido y hecho antes de que se hablara esta palabra. Lo dejo ir y dejo que Dios lo haga. Y así es.

Amada Colt, RScP