Relaciones familiares
El Espíritu no tiene comienzo ni final. Es la acción eterna del amor
que se expresa en todo, omnipresente. Esta Presencia es la luz de la sabiduría,
la gloria de la vida, el dulce bienestar del amor y la mano que todo lo
sostiene.
Esta mano divina me sostiene y soy creada de su misma sustancia. Fui
creada por el Amor, para el Amor, como el Amor. Esta es la verdad de mi ser, el
Espíritu está presente aquí y ahora como yo. Se que ésta es mi verdad y la verdad para todos, en todas
partes, siempre.
Este conocimiento me llena con el valor de ser el amor en cada
circunstancia con toda persona. Se que mi familia es el Espíritu presente en
forma humana. Estoy llena de paz y paciencia porque se que ninguna acción puede
extinguir o disminuir la Presencia del Espíritu. Hay muchas lecciones que
aprender de mi familia y los acepto. Acepto lo que viene, sabiendo que todo
viene de la acción creativa y eterna del amor. Suelto mis temores, permito que
mi familia tome su propias decisiones. Confío en que todo camino conduce al
amor que nos creó. No confío en mi propia comprensión, sino que en el amor
infinito y eterno del Espíritu.
Esta fe me llena de alegría, y descanso con paz en mi corazón y libero
la palabra a la mano creativa de la Ley que ama.
Y
así es.
Sherry Vierra, RScP
Center for Spiritual Living, Santa Rosa
Traducción por Julie Burns, The Communication Bridge
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