La vida de la Divinidad no tiene restricciones ni oposiciones. Hoy la reconozco como la Fuente Absoluta. Esta Fuente Absoluta está armonizando continuamente a toda la creación. Infinita y Eterna, es la gran dadora de la vida y el hogar de la creación misma. Desde esta Fuente, fluyen posibilidades infinitas. Todos los seres están incluidos en la expresión de su bien infinito.
Así pues, yo soy una expresión de este bien infinito. Mi vida es un aspecto único de la Vida Divina. Todo el bien que fluye de la Fuente fluye a través de mí y de mi vida.
Abro mi mente a la abundancia de las infinitas posibilidades para la transformación. Declaro que el conocedor interno dentro de mí me está guiando a la expresión más elevada del bien. Me entrego a Su guía. Abro mi corazón a aquello que me está llamando a seguir adelante. Me comprometo a las prácticas que me traen mayor consciencia. La Fuente Absoluta está vertiendo su bien en mi vida en cada momento, y yo estoy abierto para recibirla.
Celebro este reconocimiento poderoso de la acción de la Fuente Absoluta en mi vida.
Dejo ir esta palabra hacia la Ley de la Mente, sabiendo que se manifiesta en mi experiencia.
Y así es.
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