El Espíritu Divino es la fuerza que anima a toda la vida. Es la fuente creativa de todo, expresándose eternamente como la alegría, la belleza, la gracia y la paz.
Ya que el Espíritu está en todas partes expresándose plenamente, está aquí mismo en cada aliento que respiro. Cada célula de mi cuerpo es una expresión del Uno. Cada pensamiento que tengo es la Mente Creativa, expresándose a través de mí. Cada latido de mi corazón es el ritmo del Espíritu Divino que fluye a través de mí, la fuerza impulsora que se expresa en mi vida.
La vitalidad y el renacimiento que se expresa en la primavera, es la evidencia del Espíritu regenerativo de la Divinidad. Afirmo que esto también se desenvuelve en mi vida y en la vida de nuestra comunidad espiritual, los Centros para la Vida Espiritual. Siento y experimento la expresión de la Luz Divina, la Consciencia de Cristo. Me lleva a un estado de aceptación pacífica del bien que existe en el mundo. Declaro y afirmo esto para todos los seres en todas las formas.
Me siento honrado, lleno de amor y agradecimiento por esta celebración de una nueva manera de vivir en el mundo.
Así que libero mi palabra y acepto que esta oración se celebra dentro de la Mente Divina. Inhalando, relajándome, lo dejo ser.
Y así es.
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