Así como esta energía de vida anima mi vida, también vive en todos los que me rodean. Cada uno es la vida misma en expresión —singular, y libre para escoger—.
Esta oración es para todas las familias que necesiten nuevas maneras de relacionarse. En este tiempo tan delicado, recordamos que el Espíritu Divino vive en y fluye a través de toda la vida. Declaro que esta sabiduría espiritual está disponible para cada uno de nosotros, y que tenemos la opción de usarla compasivamente.
Todas las familias están rodeadas de esta presencia amorosa que suministra una infinidad de ideas para establecer relaciones familiares nuevas y creativas. Cada quien aporta sus maneras para procurar que la alegría del mundo llegue hasta la mesa. Aprendemos el uno del otro y florece la confianza.
Este espíritu amoroso desea solamente lo bueno para nosotros, y nos toca acoger esta bondad junto con nuestras familias. A medida que cada uno se nutre en esta gracia del Espíritu, se vuelve más resiliente y capaz de conectar con otros. Esta transformación se realiza a la velocidad de Dios, y las familias recobran su equilibrio.
Con gratitud por la manera en que obra el Espíritu, dejo ir esta oración a la actividad de aquellas leyes espirituales que ya lo están manifestando.
Y así es. Amen.
Andra Sandberg, RScP
Centro para la Vida Espiritual, Santa Rosa
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