Cómo atravesar nuestras elecciones
La única Inteligencia infinita, el Amor, es la fuente de todo lo que existe. Forma y crea vida de Sí misma. Es el Cuerpo, la Mente, y el Es...
La única Inteligencia infinita, el Amor, es
la fuente de todo lo que existe. Forma y crea vida de Sí misma. Es el Cuerpo,
la Mente, y el Espíritu de la creación. Está presente en la quietud y en la
actividad de la Vida, cien por ciento disponible en cada momento, envolviendo a
todos en un solo corazón, al cual llamamos Madre-Padre Dios. Nada existe fuera
de su océano de amor y potencial infinito. Siempre actúa bajo la superficie, en
el centro, a favor de Su creación.
Yo estoy hecha de esta Inteligencia infinita.
Yo soy un lugar donde Dios se presenta. Yo vivo, me muevo y existo dentro de la
Inteligencia de Dios. Yo soy parte de la sustancia de Dios. No hay lugar donde
yo termino y el resto de la Vida comienza; soy una con el Todo, y soy
inseparable de este. El aliento Divino respira a través de mí y hace latir mi
corazón. Soy vehículo e instrumento del Amado
y estoy aquí con un propósito. Soy colmada por y a través de la Divinidad.
Desde esta consciencia de plenitud y amor divinos,
declaro palabras de oración para mí y para el proceso de elecciones. Suelto
todo pensamiento, idea o creencia de escasez, limitación, separación o temor.
Ahora soy más consciente si empiezo a pensar de manera inútil acerca de los
temas, candidatos y otros votantes, y me es más fácil enfocarme hacia el
interior y afirmar el Único poder. Recuerdo mi conexión con el Todo, y esto me
permite sentir agradecimiento por el proceso electoral; me dirige hacia una
práctica espiritual más profunda. Le doy la bienvenida a una creciente
experiencia de comunidad, de nuestra libertad para disentir y de examinar
nuestros valores y creencias. Afirmo mi deseo de que haya honestidad en esta
elección y me abro a una experiencia de mayor seguridad, aceptación y justicia.
Opto por darme cuenta y confiar en el Bien que ya está presente, en todas las
comunidades. Me permito ser guiada e informada desde esta conciencia de
integridad, abrazada por lo divino. Entonces pienso, hablo, actúo y voto desde esa
conciencia, afirmando nuestro bien común.
Estoy agradecida por este cambio en mi
conciencia. Descanso en esta Verdad que se ha revelado. Me entrego y confío
todo al Uno. Suelto mi Palabra a la Ley de la Mente, donde ya se ha conocido y
hecho.
Y así es.
Amanda Colt
Centro para la Vida Espiritual, Santa Rosa
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